—¡Eso es imposible!
Emiliano negó automáticamente, apartando la vista de Sergio y mirando hacia la concurrida pista de baile.
—Si realmente estuviera enamorado de ella, ¿por qué querría divorciarme? Y en cuanto a por qué no me he divorciado todavía...
Se inclinó hacia adelante, jugando con su vaso d