En la casa Moretti Greco.
Ysabelle sonrió.
—Espero que sea una niña, quiero que se parezca a mí.
—Y si es niño, ¿qué harás?
—Quererlo, qué más puedo hacer —dijo alegre.
Christopher la miró divertido.
—Tendremos una mini Ysabelle o un mini Christopher por aquí.
—Tenemos que pensar en un nombre, no quiero que llegue la hora de su nacimiento y estemos pensando en uno, para él o para ella —comentó Ysabelle.
—Todavía hay tiempo, no te preocupes.
Ysabelle suspiró.
—Sí, casi seis meses.
—¡Tanto! —exclamó Christopher sorprendido.
—Sí, lo sorprendente es que sigo igual de plana —le comentó con cierta sonrisa.
—Solo doy dos meses más y redondita —dijo él.
Ysabelle sonrió.
—No quiero perder mi hermosa figura.
—A comenzar a hacer dieta, mi amor —anunció él dándole un beso en los labios.
Ella solo sonrió.
—Voy a buscar mis cosas —le comunicó mirándola.
—Está bien, te estaré esperando.
Christopher se fue para la casa de su hermano Stefano. A pesar de que su hermano lo había apoyado, aún Uma no se