En la cofradía nadie quería a Ion Neagu porque era insidioso, egoísta, malvado y chismoso, además de borracho y mujeriego, sin embargo Gergely le tenía confianza porque era un tipo despiadado y aberrante, como él. su viva imagen.
-A ti te gusta la vida fácil, Ion, tráeme a esa mujer y te recompensaré con mucho dinero-, le dijo Gergely a Neagu, La misma oferta la había hecho antes a Csuhay. El jefe de la cofradía se aseguraba, así, en todos los frentes como solía decir a sus miembros, para poder capturarme.
Entonces se desató una carrera entre Neahu y Csuhay por atraparme. Yo les era una presa muy codiciada y ellos estaban dispuestos a todo más por la jugosa recompensa que ofrecía Gergely.
Csuhay era más consecuente y prevenido y por eso me estaba siguiendo, tomando nota de mis movimientos, pensando en alternativas y opciones, Neagu en cambio era irreflexivo, impetuoso, empujado siempre por el licor y desatinado en sus acciones. Él pretendía atraparme y luego enviarme a Eur