Salí de esa habitación en un llanto de lágrimas, no podía creer que había dejado a la persona que más amaba en el mundo. Pero sabía que no podíamos estar juntos. Sabía que el destino en ese momento, nos quería separados.
Al llegar a la sala de esperas, me encuentro con el hecho de que mis padres y David ya estaba en el lugar. Se les veía realmente preocupado mientras hablaba con Susana y Tom.
–Mija. –Expreso mi padre al verme llorar. –¿Por qué estas llorando? Se supone que William esta bien, ¿o no? –Miró a Susana y a Tom, que quizás les habían asegurado a mis padres, que William se encontraba bien.
–No es eso. –Trate de limpiar mis lágrimas. –¡Se acabo! –Dije con pesar mientras abría mis brazos. –William y yo terminamos. –Quería caminar e irme del lugar sin decir por lo que habíamos pasado, pero es David y Tom quienes me detienen en la salida del hospital.
–¿Cómo que dejaras a mi hermano? ¿Acaso estás loca? –Tom frunce el ceño mientras se expresa con enojo.
–¿Qué acaso no era lo que t