La semana previa a la boda se desplegó ante mí como una serie de acontecimiento caóticos. Las responsabilidades de los preparativos de la boda y la inminente firma de los documentos relacionado con la herencia de mi abuelo me tenían atrapado en un vórtice de estrés y emociones.
Alexia estaba más presente que nunca, ayudándome a coordinar los detalles finales para la boda. A pesar de que nuestra relación pasada había sido breve y tumultuosa, su apoyo inquebrantable me brindaba un respiro en medio del caos. Sin embargo, no podía evitar sentir una sensación de desasosiego en el fondo de mi ser.
Mis pensamientos siempre volvían a Emily, como un eco persistente en el rincón de mi mente. Había pasado tanto tiempo desde que nos habíamos separado antes de la boda, y ya sentía su falta de manera abrumadora. Me hacía preguntas constantemente, preguntándome si estaba tomando la decisión correcta. A medida que el gran día se acercaba, mis dudas y temores parecían magnificarse.
Finalmente, llegó l