El Grupo Suárez ganó la licitación para el proyecto de periferia norte, y Sabrina fue a buscar a Francisco después de arreglar todos los asuntos.
En camino, Sabrina llamó a su abuelo y le contó el resultado de la licitación.
Darío guardó en silencio durante largo rato.
—Abuelo, he cumplido lo que te prometí y espero que tú también cumplas tu promesa. —le recordó Sabrina a su abuelo.
Darío dijo fríamente: —He subestimado a Francisco, pero si hace eso, Alonso no le dejará en paz. Olvídalo, no me interesan los asuntos familiares de los Herrera. Sabrina, no interferiré más entre Francisco y tú.
—Gracias, abuelo.
Después de colgar, Sabrina se sintió completamente aliviada.
El Club del Norte, este era el lugar donde Francisco y sus amigos cercanos se reunían.
Francisco esperaba a Sabrina en la entrada del ascensor.
Al ver a Sabrina, se acercó y tomó la mano de Sabrina.
—¿Están todos? —preguntó Sabrina.
Francisco asintió y la llevó hacia la sala privada.
En la sala privada había o