Darío se puso serio de repente, —¿Dónde está Diego? ¡Llámalo aquí!
—Él...
Sabrina dudó un momento y dijo: —Huyó del país.
Sabrina tenía miedo de decirle a su abuelo que Diego había muerto.
«Aunque Diego haya hecho muchas cosas mal, al final es el hijo del abuelo.»
«La muerte de mis padres ya entristecía al abuelo, y me preocupaba que no pudiera soportarlo si se enteraba de que Diego también había muerto.»
—Abuelo. Han pasado muchas cosas entretanto.
Sabrina le contó a su abuelo toda la historia de que Diego había contratado a un asesino para que lo asesinara, lo había envenenado y que Diego y Melisa robaron todo de su caja fuerte.
—¡Este cabrón!
Darío estaba ciego de ira al oír esto.
«Sabía que Diego me había envenenado, pero no pensé que intentaría matar a Sabrina.»
«¡La familia tiene la desgracia de tener un hombre así!»
Darío agarró con fuerza la mano de Sabrina, —Sabrina. ¡Encuéntrenlos y yo mismo me encargaré de ellos!
Lo más triste del mundo era ser herido y traicion