-Porque cuando quise hacerlo, perdí la oportunidad, luego te fuiste, dejándome sumido en un dolor agonizante – me aparto de ella y limpio sus lágrimas con mis besos -. No sabes cuanto me arrepiento de no haberte dicho la verdad antes, te habría evitado mucho sufrimiento.
-Lo único que te salva es que has sido bueno conmigo desde el principio y que aceptaste este bebé como tuyo desde el primer momento.
-Nuestro bebé…
Me salgo de ella, bajo mi cabeza hacia su vientre, lo beso y la siento estremecerse. Mis manos tocan su piel cálida, la acaricio como siempre quise.
-Y también, agradéceles a mis hormonas, que me hacen ver lo lindo que eres.
La veo desde esa altura y ella me acaricia el cabello que sigue algo húmedo. Me sonríe, lo que me obliga a subir otra vez y besarla.
-¿Estuvo bien? ¿Te hice daño?
-Estuvo magnífi