CENTRO NOCTURNO EL EDÉN
El olor a marihuana rodeaba aquella habitación de terciopelo rojo, mientras una chica maquillada como cabaretera y con labial rojo barato, bailaba haciendo movimientos sensuales.
Sus manos huesudas y viejas se deslizaban por sus caderas, gemía y se mordía el labio inferior.
—Vamos guapo, tócame —insinuaba la chica totalmente excitada.
—Mastúrbate —le ordenó Dexter.
Una sonrisa de oreja a oreja, apareció en el rostro de la chica y se quitó el sostén lleno de lentejuelas doradas, la tanga de hilo dental y sentándose en uno d