46. Dejar Los Miedos Atrás
Siento sus labios besando mi espalda y es imposible seguir durmiendo. –Mmm... buenos días. — Digo aún algo dormida y él ríe bajito.
—Pues serán buenas tardes, porque ya son las doce y media del mediodía. — Me comenta y debo voltearme de costado para verlo al rostro.
—¡¿Qué?!— Exclamo y Gael ríe.
—Como lo oyes guapa, nos hemos quedado dormidos, pero con la noche de anoche no podía ser para menos. — Explica.
No entiendo cómo puede estar tan calmado...
—Se supone que iríamos a almorzar con tu familia. — Explico mientras me siento en la cama y me cubro con la sábana.
Él se sienta también y sigue riéndose — Ya he llamado a mi madre y le he dicho que mejor iríamos a cenar...— Dice haciéndose el inocente y muero de vergüenza.
—Es que, ¡ay no! Me imagino a tu madre imaginándose todo lo que hemos hecho y porque nos hemos quedado dormidos... ¡Qué vergüenza! — Exclamo y llevo mis manos a mi rostro para cubrirme y solo le puedo escuchar riéndose.
—Cariño, no seas exagerada, le he dicho que el