Sentados en comodísimas tumbonas y teniendo a Allyson cerca dormida en una hamaca, después que le obligaran a descansar, Jaquie miraba con ojos interrogantes a Fabricio.
¿Qué está pasando por esa cabecita tuya eh? – Dijo por fin Fabricio, extrañado de no escuchar la charla alegre de Jaquie.
Más bien que pasará por la tuya. – Sonrió Jaquie.
No te entiendo. – Frunció el ceño el anciano.
Me preguntaba… - Y se acercó a él con ojos vivaces.
Te preguntabas… - Prosiguió Fabricio más que curioso por saber que era lo que pensaba Jaquie.
Si tú cumpliste con lo que le dijiste a Allyson.
¿Respecto a…?
A que no le dirías a Máximo que estarías con ella.
No le dije a Máximo que estaría con ella. - Dijo el anciano esbozando una sonrisa satisfecha y a punto de reír.
Ajá… - Murmuró Jaquie nada convencida.
¿No me crees? Me partes el corazón. – Bromeó.
Eres un chico malo Fabricio Vecchio, sé que no rompiste la promesa a Allyson, de eso estoy segura. No le dijiste a Máximo que estaba ella contigo, pero se