Y tú sei una piccola cosa Bellísima...
-Enzo Di Rossi -
Después del impasse con Gibson llevo a mi pequeña fatina a mi oficina. Tras nosotros vienen los muchachos que traen el cuadro. Cuando entramos a mi despacho dejan el Picasso en mi caballete y se retiran, en eso entra Leo con la pizza y las bebidas.
-Lo que encargaron jefecito.
-Aww muchas gracias Leito, eres un sol.
-¿Leito?-mascullo entre dientes y mi fatina me mira como niña regañada haciendo un puchero y que decir de mi asistente que está rojo como un tomate.
-Je...jefecito... ¿dónde coloco la comida?
-Déjala ahí -señalo la mesa de centro que tengo en la oficina y mi fatina lo sigue como ratoncita al flautista.
-Se ve delicioso, ven Enzo. Comamos antes que se enfríe.
Como un niño bueno, me acerco a la mesa y me siento a su lado en el sofá, me saco la chaqueta y abro los botones de mi chaleco, mi fatina coloca las cosas en la mesa y comienza a servir la pizza en los platos que venían en la bolsa.
-Toma- me ofrece el plato con un trozo y una servilleta- el p