Cuando ve que se separa de la joven limpia su boca con el dorso de su mano y es en ese instante que alza la mirada y la ve a ella mirándolo desde la entrada de la puerta. Velkan observa a los ojos a su amante y se petrifica.

Nunca en su vida había experimentado esa sensación de temor, pero ahora que Evelyn lo estaba viendo con otra mujer supo lo que se sentía.

—¡Evelyn! —la joven empleada se da la vuelta y de inmediato cubre su pecho con miedo, luego baja la mirada y allí fue que la pelinegra se dio cuenta quién diablos era esa mujer.

Ella abre la puerta por completo para entrar en el despacho de él, Velkan se pone en pie sin decir una sola palabra, simplemente mira a Evelyn y la expresión de odio y celos que muestra.

—Así que ese era el secreteo que tenías con la vieja Elena, ¿no es así? —la mujer empleada no dice una palabra, se queda mirando el suelo sabiendo que la princesa se estaba dirigiendo a ella.

—Evelyn, espera un momento, deja que explique lo que pasa aquí —Velkan alza una