Después de lo sucedido, Kiara quería regresar a casa porque no estaba de humor para nada en ese momento, pero al ver lo ansioso que parecía Levi esperándola, le dedicó una sonrisa y volvió a sentarse a la mesa.
"¿Estás bien?", le preguntó con voz suave y ella asintió.
"Siento haberte hecho esperar, es que...". Levi le tomó la mano.
"No tienes que disculparte porque lo entiendo. Solo me alegro de que estés bien ahora". Le sonrió y luego, por el rabillo del ojo, vio cómo Zane le decía algo al encargado y luego se iba.
Suspiró un poco mientras fruncía el ceño. ¿Se había dado por vencido y por qué ella estaba triste por ello?
Justo en ese momento, su teléfono sonó y cuando ella miró hacia abajo, su corazón se aceleró al leer el mensaje.
"Nunca voy a renunciar a ti, pero lo menos que puedo hacer es darte espacio y rectificar mi error. Sé que estás enfadada y tienes todo el derecho a estarlo, pero aunque seamos tóxicos el uno para el otro, no importa porque eres mi otra mitad. Estamos