Armando.
Estaba apunto de matar a ese Sicopta.
Al ver a mi esposa toda desangrada y a mi hijo en manos de él, pensé que sería el fin, pero luego quite esa idea de mi cabeza y decidí negociar con el desgraciado para que me entregara a mi hijo. Todo sucedió tan rápidamente que hasta era creíble.
No le deseo la muerte a nadie pero supongo que se lo merecía por desgraciado, manipulador y asesino. Después de todo lo que sucedió nos trasladamos rápidamente al hospital más cercano de vieja león.
Carime se encontraba débil, su herida se abrió provocando una fuerte hemorragia y infección, aparte de la mucha pérdida de sangre por suerte la pequeña hermana tenía el mismo tipo de sangre y le dono a su hermana mayor.
Ahora me encuentro en el cuarto
de recuperación sentado cerca de la camilla en donde está mi Esposa junto a Ivania la cual tiene a nuestro hijo Elijah en sus brazos caminando de lado a lado, tarareando una música de cuna, sonrió al ver felicidad en su rostro, el médico valoro al niño