Capitulo 2

Eres mía Carime —Su voz suena molesta y autoritaria- Recuérdalo, no lo olvides.

Sus ojos brillan con posesión, y asiento porque me da miedo. ¿Por qué me observa como si me odiara?

Abri los ojos asustada por ese sueño tan intenso, escucho voces en la sala, deben ser mis padres. me despabilo de la cama algo asustada por esa pesadilla ¿Por qué sigo soñando con este tipo? No entiendo. Enciendo la lamparita y entro al baño, lavo mi rostro, pero me detengo al oir unos ruidos al otro lado de la habitación estos llaman mi atención. Camino con sigilo, me acerco a mi puerta y escucho como mis padres discuten porque un tal pago.

—Le dará todo lo que tu y yo no podremos, ademas le debo mucho y esta cobrandome que puedo hacer, ya estoy viejo— replica mi padre nervioso- Es nuestro deber entregársela así saldremos de tantas deudas, incluso viviremos bien ya que nos pasara una mensualidad.

¿De qué hablan? Mamá se pone nerviosa y muerde sus uñas, que carajos planea Papa. ¿De quien estarán hablando?

—Pero... Dios mío, esto es muy...—

—mamá ni siquiera es capaz de terminar de hablar.

¿Que será que los tiene tan preocupados? ¿Puede que mi padre vaya a la cárcel o que ?

Veo como mi padre hace camino hacia mi habitación, rápidamente regreso a mi cama, y me hago la dormida.

—¡Carime!—grita tan autoritario como siempre. —Debes levantarte ya son más de las seis. Quiero que al salir de clases estés en casa, nada de tareas ni ocho cuartos, olvidate de seguir estudiando... Tendremos una visita muy importante.

Esta reloco, como que deje de pensar en estudiar, que le pasa, anda raro, nunca dejare mis estudios, por esa razón planeo independisarme lo más pronto posible.

Por otro lado de que Visita se tratara.

***

Me encuentro con mis amigos en la cafetería cada uno habla de lo que planean hacer el fin de semana y yo sólo pienso en una cosa, en la supuesta visita que tenemos hoy en casa ¿Quién podría ser? Hasta la piel se me eriza al no saber de qué se trata esa visita. Ya que jamás nos hemos juntado con nadie casi ni con mis tías, de todas formas ellos no están en Nicaragua, quizás uno de ellos vendrá de visita.

—¡Cari!—grita mi amiga Kiriath ¿En qué mundo andas nena?— Parpadeo negando.

—Perdón ¿qué decías amiga?

—Estás muy distraída, mira quién está ahí. —me señala hacia donde está Miguel quién está recostado sobre su aunto. Se ve bien su camisa polo; Jeans Azulónes. Cuelgo mi mochila sobre mi hombro para luego despedirme de mi amiga.

—Nos vemos Amiga.

—¡Cuídate!—Grita mi amiga ya se a que se refiere seguramente piensa que ya estoy teniendo relaciones con Miguel. Aún no estoy preparada.

—Hola mi amor.

—Hola— lo saludo entrando al auto—¿Dónde iremos?— Quise saber.

—A mi departamento a ver una película —responde cerrando la puerta.

—Oki, compra palomitas— Le pedí con un puchero a lo que él Asintió sonriendome.

Durante el viaje a su departamento Miguel me recuerda que pasará unos días con sus padres y eso me pone triste, ya que no lo veré por unos días.

Cuando llegamos nos ponemos cómodos en el sofá, pone la película de 50 sombras de Gray aunque ni siquiera estamos viendo ya qué él sólo quiere besarme y tocarme, realmente me siento incómoda, no me gusta esto.

—Te voy a extrañar mucho en estos días.—Comenta mientras me besa.

—Ya somos dos- respondo sonrojada cuando sus manos bajan a mi pierna me sobresalto.

El beso se intensifica las manos de Miguel llegan hasta mi camisa de botones y luego de un rápido movimiento me coloca en su regazo, haciendo movimiento que realmente no estoy acostumbrada y puedo sentir el bulto creciente entre sus piernas.

—Miguel espera—Le pido tratando de bajarme. Pero él no me escucha y esta vez besa mis hombros, mi cuello. Me siento nerviosa cuando siento su pene contra mi vientre. No se que esta pasando pero no estoy lista para tener relaciones. Su lengua se enreda con la mía, es realmente delicioso sentir esto, pero debo pararlo ahora mismo.

—No para, no estoy lista para tener relaciones —Le digo segura y algo enojada por su actitud.

—Nunca estás lista— Se queja bajándome, luego se alejá molesto.

Intrigada empiezo a recoger mis cosas ya decidida en irme. Pensé que tendría paciencia o que me amaba lo suficiente para esperar. ¿Acaso sólo quiere tener sexo conmigo? Cuelgo mi mochila sobre mi hombro y cuando estoy a punto de irme me abraza con fuerza.

—Disculpa mi amor, sabes muy bien que te esperare hasta que sea el momento —afirma. Me relajo un poco, decido ya no hacer comentarios para no empezar una pelea.

—Bien, pero debo irme. En mi casa tenemos visita y debo estar lo antes posible, ya te había comentado el carácter de mi padre, creo que ni mamá lo aguanta.

Miguel asiente y me besa nuevamente, su mirada ha cambiado, se que esta enojado porque no me entregue a él a como el quería.

—Te amo, ¿ lo sabes?—me lo ha dicho varias veces aunque no se si creerle, su actitud de hoy no me agrado.

—Lo sé.

***

Miguel me deja en la misma esquina de siempre, cuando llego a casa veo un auto negro y lujoso estacionado. Entrando en la sala escucho voces y a mis padres hablando con un desconocido.

—Hija debes saludar— replica mamá algo nerviosa. Asiento y cada parte de mí se estremece cuando me encuentro con los ojos verdes amarillentos del mismo hombre que ayer estaba observándome. Tiene puesto un traje caro sonrisa de suficiencia que adorna su rostro lo hace ver malo y realmente guapo, pero quien demonios será este hombre.

—Hola— tartamudeo. Mi padre también está sonriendo de una manera que no puedo entender. ¿Qué pasa? Entonces dice algo que termina con mi mundo:

—Hija, te presento a tu futuro esposo. Él es Armando Miller el hijo de un buen amigo empresario.

¡Que locura acaba decir mi padre!

—Pero creo que no entendí bien 

¿Osea que? No se quien demonios es, y me estas diciendo que es mi prometido el supuesto hijo de tu amigo, desde cuando tomaste esa decisión sin mi consentimiento.

Esto es una m*****a broma...

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