Cuándo papá me dijo lo que pasaba no mé podría creer, La Diosa Luna le dió otra mate, al inició me enoje porqué pensé que papá podría olvidar a mamá. — Mamá — susurro para mí misma, la extraño tanto, extraño sus besos en las noches en las qué creía ver mounstros en mí habitación, sus abrazos llenos de amor y qué me brindaban protección.
Pero lo qué más extraño de ella es qué mágicamente podía hacer qué papá no fuera a la oficina a trabajar para qué fuéramos a un día de campo los tres juntos, todo eso se acabó cuándo mamá enfermó, nuestros días de campo pasaron a ser días de espera en la sala de Oncología, según recuerdo ella tenía Leucemia aguda, para ése entonces no entendía lo qué sucedía y creía qué tenía una gripa.
— Mami — recuerdo qué llegué a su lado — Puedo hacerte un té para curarte.
Al parecer hice algo mal, no funcionó y me culpe por no poder ayudarla.