— Lo sé. — asintió con voz firme — Fui un idiota, un cobarde. Pero estaba intentando entender qué me pasaba. Ya no sabía quién era.

— ¿Y conmigo? — pregunté, tragando saliva — Cuando salías en las páginas de cotilleos, con otras mujeres. ¿Me fuiste infiel?

— Nunca. — respondió enseguida — Nunca estuve con ninguna de ellas. Era marketing y... una forma inmadura de vengarme. Sabía que te dolía y quería que sintieras lo mismo que yo sentía.

Aparté la mirada, intentando tragar la rabia que subía por mi pecho. Me sentía tan herida, tan frágil. Pero entonces… él se levantó y se acercó a mí, despacio.

— ¿Qué estás haciendo? — pregunté, sorprendida, cuando se arrodilló a mi lado.

— Pidiéndote perdón. — dijo, tomando mis manos entre las suyas — Por todo. Por cada vez que te hice llorar, por cada vez que te menosprecié, que te hice daño, que te alejé de mí. Sé que no vas a olvidarlo. Sé que confiar en mí otra vez no será fácil. Pero, Larissa... dame una oportunidad.

Respiró hondo.

— Una oportun