57. El libro del Archidruida
—Al fin —susurró Josephine cuando se sentó a la mesa de la cocina con la taza de leche caliente con té de hierbas en sus manos.
Suspirando con cierta satisfacción, Josephine dio un pequeño sorbo a la reconfortante bebida, sintiendo cómo el calor se extendía por su cuerpo y calmaba sus nervios por lo que estaba a punto de leer, es entonces que, sin más demora, deslizó una mano dentro de su desgastado bolso de cuero y extrajo el libro que el Druida Bennet le había regalado antes de su partida.
Cuando finalmente pudo examinarlo con detenimiento, su corazón dio un vuelco. Sus dedos, algo temblorosos por la sorpresa que estaba comenzando a sentir, recorrieron el símbolo grabado en la parte posterior de la cubierta que era un medallón con siete hojas.
—¡Oh por todos los dioses druidas! —exclamó en un susurro ahogado—. ¡Este no es un libro de la biblioteca del Monasterio Niebla!
Sus susurros apenas mostraban el asombro ligado con temor que ella sentía. Aquel sello, rarísimo entre los libros d