―Bienvenidos al Norte. ―Kunak los recibió con su eterna sonrisa. ―Ven aquí, tía. ―Tiró de ella y la abrazó con fuerza. ―Bienvenida a casa. ―Huilén recibió gustosa el abrazo.
―Gracias. ―Susurró apartándose de él. ―Niños, colegas, este es mi sobrino, el alfa del Norte, uno de los mejores que existen.