Capítulo 26. Ritmo
—Cece, tenemos que volver a casa y averiguar por qué nos buscan y por qué hasta ahora —susurró Grace en mi mente.
—Sí, además necesitamos regresar antes de que alguien nos descubra… —respondí, apenas dando un paso cuando sentí un brazo enorme apretarme el cuello y sujetarme contra un árbol.
El aire se me escapó de golpe. Al enfocar la vista, reconocí al Alfa Blaze. Decidí no luchar, aunque mi cuerpo me pedía reaccionar. Él aflojó su agarre en cuanto notó que era yo, pero no se apartó.
—¿Qué estás haciendo aquí, Cece? —gruñó, su voz grave retumbando contra mi piel—. ¿No te ordené que te quedaras en tu casa? ¿Por qué desobedeces a tu Alfa?
—Lo siento, Alfa —musité, intentando mi mejor cara de loba arrepentida, esa que siempre me funcionaba con papá—. Pero no lo desobedecí del todo. Regresé a casa, tomé un té, esperé… solo que el tiempo se hizo demasiado largo y quería ayudar.
Sus ojos se encendieron con furia.
—¿Y qué puede hacer una loba que apenas comienza a entrenar? —dijo, inclinánd