—Sí, señora, nos llevamos muy bien —respondo, forzando una sonrisa mientras miento a Zelda. Ella nos observa a ambas con afecto y un alivio evidente—. Alaric y ella hacen una excelente pareja.
—Me alegra escuchar eso —comenta Zelda, satisfecha—. Aunque Alaric no haya estado presente durante esos la