—Cuando esté desocupado, te escucho —le responde su padre con una sonrisa cariñosa.
Entonces, ella se vuelve hacia mí nuevamente.
—¿Lo disfrutó, señor Artem? —pregunta con un tono inocente.
Su padre frunce el ceño. Maldición, ¿qué intenta esta mocosa?.
—¿De qué hablas? —pregunta Klaus, algo conf