—Bien.
Se sintió aliviada. Si él no iba a regresar a Nueva York y dejarla sola tanto tiempo, todo estaba bien. No había razón para preocuparse innecesariamente.
Volvió a recostarse en la cama, más tranquila, aunque aún inquieta por aquella pesadilla; era la primera vez que tenía una así.
—¿Quier