Anabel.
Nikolay se detiene en la puerta me voltea a ver con una leve sonrisa en el rostro, le doy una sonrisa y me aguanto las ganas de reírme ya que se me quiere regañar.
-Qué.
-No te podías quedar callada verdad tenías que darme la contraria.
-No quería darte la contraria pero no me pareció justo que lo trates así solo por ser un empleado.
-No fue mi intención tratarlo mal solo que si no te has dado cuenta no suelo tratar con humanos y además casi todos tratan así a los trabajadores de la casa.
-Genil tendré que morderme la lengua más de una vez hoy.
-Pues no lo hagas muy fuerte ya que si sangrado aquí será muy peligrosos.
Le doy una sonrisa grande como respuesta y Nikolay me toma de la mano para asercarme a él y darme un beso en la boca pero nos separamos cuando la puerta de la casa es abierta.
-Hijo.
Tragame tierra mi suegra nos a cachado, es una señora que se ve tan joven para ser madre de Nikolay es rubia claro, ojos de color turquesa y de facciones muy delicadas.
-Nikolay yo no