Anabel.
Me siento como en el cielo estando al lado de Nikolay recostada en su cara, ya entendemos un rato despiertos pero ninguno de los dos desea levantarse solo nos miramos a los ojos no ase faltas palabras ya que en estos últimos días hemos estado más cerca que nunca.
-Qué tal si nos quedamos aquí y descansamos todo el día.
-No podemos Nikolay hoy nos vamos a casar.
-Se me olvidó que eso iba a pasar.
Nikolay me da una sonrisa y se la respondo de la misma forma por su broma, quien lo diría que un hombre que era tan frío y distante ahora es tan cariñoso y apegado a mi, siento como me comienza a sobar el vientre que se comenzado a poner duro y a empezado a abultarse.
-Ya los espero mis pequeños angelitos los tendre tan consentidos al igual que a su madre.
Colocó mi mano sobre la de Nikolay y le doy ligeras caricias estábamos tan cómodos hasta que alguien abre la puerta sin tocar y de forma brusca.
-Arriba Nikolay que hoy es el gran día.
Nikolay rápidamente me tapa con las sábanas, me