- Definitivamente, eres una delicia – me levanto con un fuerte dolor de cabeza y veo a mi lado a Lina, que está completamente desnuda.
- ¿Qué… qué pasó? – al bajar la mirada, veo que yo también estoy desnuda y eso me asusta.
- ¿Acaso no te acuerdas lo bien que la pasamos? - ¡No puede ser, me acosté con Lina! Me acosté con una mujer.
- Mía, tienes lo tuyo. Cuando quieras, lo podemos repetir.
- ¡Estás loca, Lina! ¡Esto no debía pasar!
- Hay, nena, eso no decías ahora cuando te la estaba chupando. - ¡Oh por dios, tuve sexo con una mujer, maldito licor y maldito polvito!
- Me voy. – Me levanto y comienzo a vestirme.
- Esto no volverá a pasar. – Lina se ríe.
- Nena, tarde o temprano volverás a mí pidiendo lo que tanto te hace bien. – Veo cómo se mete una pastilla en la boca, así que rápidamente salgo del lugar sintiéndome una m****a. Al salir, noto por primera vez que ya es de noche y me doy cuenta del problema que voy a tener. Aunque sería mejor no volver, no puedo. Tengo que termi