Capítulo 49

—Momento Kodak —sonrió con ternura, Fiore. Miranda terminó su abrazo de apoyo, y le habló a su hija.

—He tenido incontables momentos de esos gracias a ti hija.

Fiorella se aproximó hasta nosotros recién duchada, aunque se secó gran parte de su cabellera, algunos cabellos lucían algo húmedos.

—¿Ya desayunaron? —preguntó estirándose un poco.

—Solo café, esperábamos por la bella durmiente —le respondí, guiñándole un ojo. Miranda se fue a la cocina para verificar que el desayuno estuviera listo.

—Oye. Hoy debías ir a la oficina. ¿Por qué no te has ido a trabajar? Son más de las ocho —dijo en tono serio —Si es por lo de anoche, estoy bien, en serio, no es necesario que te quedes a cuidarme —expresó decaída, la jalé hasta mi para besar su frente.

—No es por ese motivo que estoy en casa. ¿Acaso no puedo tomarme un día de flojera junto a mi mujer?

—¿Hoy es día de flojera? Creí que eran los domingos.

Le tomé el mentón y la besé, adoraba su boca, la forma de esta y la manera como ella se deja
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