— ¿Un baile de máscaras? — preguntó Lucía.
— Sí, es una tradición del hotel. Lo hacen cada seis meses con temas diferentes. La última vez fue una fiesta de disfraces, y la anterior una casa del terror por Halloween. Esta vez es algo más clásico, así que probablemente habrá mucha gente — explicó Paula.
Con la Navidad cerca, el hotel estaba decorado con árboles y luces por todas partes, creando un ambiente festivo.
— Cuando entré, vi que todos los meseros ya llevaban máscaras. ¡Va a ser muy divertido! — añadió Paula emocionada.
Para Lucía había elegido un zorro, y para ella misma un león. "La reina de la selva, ¡pura facha!"
— ¿Por qué elegiste un león para ti? — preguntó Lucía.
— ¿Y por qué no?
— Tienes razón, una leona. Te queda bien.
— ¿Estás buscando que te dé una paliza? — amenazó Paula en broma.
Lucía agarró su máscara y salió corriendo mientras se la ponía:
— ¡Vamos, que llegaremos tarde!
— ¡Oye, ven acá! ¿A quién llamas leona? ¡Tú eres la leona!
...
En el salón de baile del piso