Capítulo 475
Los genes de los Mendoza se manifestaban claramente en Sergio: alto, de complexión fuerte y, a pesar de su edad mediana, sin sobrepeso. Los trajes que se probó le sentaban todos bien.

—Cariño, ¿cuál te parece mejor? —preguntó Sergio a Carolina.

Lucía también miró instintivamente a su madre.

Carolina reflexionó un momento: —Todos te quedan bien.

—¿Entonces cuál elijo?

—No hay que elegir. Llevamos todos.

—¡!

—No, no, ¿cuánto costaría eso? Con uno es suficiente, ya tengo en casa.

Pero Carolina ya había sacado su tarjeta bancaria y se la entregaba a la dependienta: —Nos llevamos los tres, por favor, ¿puede envolverlos? Gracias.

—¡Por supuesto, por supuesto!

La dependienta se fue felizmente a cobrar.

Sergio, como una tímida esposa, tiró suavemente de la manga de Carolina: —Cariño, son muy caros, cada uno cuesta mil dólares...

—No pasa nada, yo te los compro —respondió Carolina con dulzura—. Acabo de recibir mis regalías, son varios miles de dólares.

Sergio se quedó atónito: —¿Ta-tanto?

—Sí~
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App
Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App