¿Qué significaba esa familiaridad? El tono cercano entre ellos sugería que habían compartido incontables momentos juntos. Incluso podrían estar viviendo juntos... Jenny, observando cómo se alejaba el auto, volteó lentamente y pellizcó la mano de Boris.
—Boris, ¿no me engañan mis ojos?
Boris hizo una mueca de dolor.
—Jenny, ¿la próxima vez podrías pellizcarte a ti misma?
¡¿Por qué siempre era él quien terminaba lastimado?!
—Eres joven y te recuperas rápido, un pellizco no te hará daño —respondió Jenny con total descaro.
Boris suspiró resignado. "En serio, gracias", pensó con ironía.
Roberto, muy contento, se marchó a casa caminando sin decir más, con las manos en la espalda.
El rostro de Lisa mostraba tal disgusto que las palabras no alcanzaban para describirlo. Sin esperar a Boris, subió al auto y se fue.
Boris bajó la mirada, ocultando la decepción en sus ojos.
"No importa, ya estoy acostumbrado", se dijo a sí mismo.
"La perseverancia puede derretir hasta la piedra más dura... Algún d