Mundo ficciónIniciar sesiónLo último sonó a amenaza y Lidia se estremeció, ella también había pensado que si Sarah no estuviera, todo sería distinto, pero…
—Que agradezca que somos gente decente y no delincuentes como ella, que no tuvo ningún tapujo en matar al tío, ojala la pudran en la cárcel.
—El juicio se suspendió —le informó la mujer.
—¿¡Qué?! ¿Por qué?







