Lucas hizo una mueca de dolor, un punzante latigazo le atravesó la cabeza justo cuando la puerta se abrió de golpe. Rupert irrumpió en la habitación, y detrás de él entraron Dave y Bianca, ambos tensos, temiendo que Rupert perdiera el control.
—Papá, por favor, escucha. Dave y Bianca—
Antes de que pudiera terminar, Lucas le dio una bofetada que resonó en toda la habitación.
—¡Cállate! ¡Tonto desagradecido!
Wyatt entró enseguida y derribó a Rupert, sujetándolo con fuerza contra el suelo.
—¡Suéltame! —gritó Rupert, forcejeando con todas sus fuerzas.
Al ver cuán grave era la situación, Rupert miró a Lucas con los ojos llenos de incredulidad.
—Papá, ¿qué está pasando? ¡Dave y Bianca me tendieron una trampa! ¡Esto no es lo que parece!
En ese momento, Franklin y el equipo de seguridad entraron a la habitación. Lucas alzó la mano, indicando a los guardias que se detuvieran. Solo Franklin se quedó a su lado.
Franklin no dijo una sola palabra. Sabía que Lucas tenía sus razones para permitirle