Bianca, por su parte, no estaba del todo presente. Su mente seguía volviendo una y otra vez a la promesa que le había hecho a Blake.
Sabía que Dave se enojaría si lo descubría. No dejaba de pensar en cómo pedirle que la esperara… solo seis meses.
Mientras caminaban junto al lago, Dave se detuvo y miró el agua.
—Hoy el lago está especialmente claro. ¿Quieres dar un paseo en bote?
Perdida en sus pensamientos, Bianca no escuchó bien lo que dijo. Alzó la mirada, un poco distraída.
—¿Hmm? ¿Qué dijiste?
Dave le lanzó una mirada preocupada.
—Bianc, hoy estás rara. ¿Te pasó algo?
El pecho de Bianca se tensó. Una oleada de pánico se apoderó de ella.
—No, es solo que… —empezó a decir, luego cambió de excusa—. La audiencia es mañana. Supongo que estoy un poco ansiosa.
—¿La audiencia? —Dave se detuvo por un segundo, luego asintió lentamente. Su voz se volvió suave—. Ah, cierto. ¿Es por tus antiguos socios?
Bianca asintió con un gesto.
—Sí.
Dave extendió la mano y le revolvió el cabello con