Los ojos de Reese se abrieron aún más.
—¿Ustedes… volvieron a estar juntos?
Bianca no respondió de inmediato. Solo sonrió y la guió hacia el interior de la habitación. Dave permanecía junto a la puerta, esperando en silencio.
Una vez sentadas en el sofá, Bianca le dijo con suavidad:
—Es una larga historia. Pero ahora, todo está empezando a encajar.
Reese apretó los labios. Quería decir algo, pero se contuvo.
Intentando cambiar de tema, preguntó:
—Bianca, ¿cómo hiciste todo lo de hoy? ¿De dónde salió ese audio de mi tía y del director del hospital?
—Lo tenía tu antigua profesora jefa de secundaria —respondió Bianca con calma.
Los ojos de Reese se abrieron aún más.
—Pero si ella me estaba criticando durante la transmisión en vivo… ¿por qué?
Bianca negó con la cabeza.
—Natalie la amenazó usando el trabajo de su hija. No le quedó más remedio que hablar en tu contra. Aun así, en secreto me entregó esa vieja grabación y me pidió que limpiara tu nombre.
Al oír eso, Reese sintió un calo