Isabella, encontró a su hijo justo en direccion a sus habitaciones.
-Madre...-Que bueno que te encuentro Hijo, necesitamos hablar.-Iba a mis habitaciones pero...-Vamos, sólo serán unos minutos.Llegaron solo un par de minutos después. Isabella, suspiró con fuerza.-He hablado con Zabdiel, me ha contado todo- lo miró fijamente.-Madre...-Quiero que sepas que no estás obligado a nada. Nadie, ni siquiera tu amor al pueblo puede obligarte a renunciar a Vanessa, la amas y no hay nada que importe mas- acaricio su mejilla- nadie puede pedirte que renuncies a los deseos de tu corazón, nadie Nael. Absolutamente nadie, ni siquiera tu padre.-Gracias por apoyarme, madre- dijo con toda sinceridad, mientras que la miraba con todo el amor que sentía por ella.-¿Como podría menos que eso? Nunca podría explicar con palabras cuánto te amo. Gustosa entregaría mi vida por tu bienestar o el de Isabdiella, j