Vanessa, respiró profundamente intentando controlar la creciente indignación que sentía, no esperaba encontrarse con ella, si sus deseos hubiesen sido escuchados, jamás, jamás hubiese vuelto a verla.
Irguió a lo máximo su estatura mientras la miraba con desprecio. -Vanessa, yo... -comenzó Haleine pero ella no la dejó continuar. -Tía, supongo que mi habitación será la de siempre. -Si, tesoro...- todos estaban en completa tensión. -En ese caso, me retiraré- giró y se encontró con la mirada de Nael, cargada de preocupación- no me someteré a esto, no tengo porqué tolerar su presencia. No sé qué asuntos deban tratar pero, resuelvelo- colocó una mano en su pecho y se puso de puntillas depositando un cálido beso en los masculinos labios. -Amor... -Lo hablaremos luego-le sonrió y emprendió su marcha para salir del salón.-Tu y yo debemos hablar- dijo Haleine, entonc