Cuando desperté a la mañana siguiente, Kevin también estaba allí, se había quedado a dormir en su habitación, y ahora me preparaba el desayuno, pues el resto de los residentes aún estaban acostados, al mismo tiempo que me contaba sobre lo que le había dicho a su madre sobre mí, aunque sin admitir aún que su novia era yo.
Me reí a carcajadas al escucharle hablar sobre ello, admirando como él lo hacía también.