74. ES REAL Y LO QUE HAY DESPUÉS DEL BESO
No creí que un beso pudiera hacerme sentir así. Ni siquiera sabía que algo así era posible.
Nuestros labios se separan, y aprovecho para recuperar el aliento mientras miro con inquietud hacia el pasillo por donde desapareció el señor Alan. Temo que él, o alguien más, pueda entrar y encontrarnos. Pero entonces me recuerdo a mí misma que esto es un sueño y que mis temores son absurdos, pero ¿y si no es un sueño? ¿Y si esto de verdad está pasando?
—Te garantizo que nadie va a venir aquí, nadie nos verá —dice nuevamente como si supera lo que pienso.
—¿Tan evidente soy? —pregunto sorprendida.
—Eres transparente —afirma con una sonrisa antes de acortar de nuevo la distancia entre nuestros labios.
Un suspiro de escapada de mi pecho. El momento exige más, algo que no sé nombrar, y tiemblo. No tengo experiencia en esto. El pánico me envuelve, y mis manos suben a su pecho en un intento por ganar espacio entre nosotros.
—Es tarde... debo regresar —mi voz apenas es un susurro.
Su mirada, intensa