Mundo ficciónIniciar sesiónMe quedo sin aliento al comenzar mi descenso. Lincoln besa suavemente mi clítoris, aún sensible, haciéndome retorcerme.
—Ooooh, qué rico. —Aprieto su cabeza entre mis muslos, haciéndolo reír. Su aliento caliente inunda mi coño hinchado. Muevo mis caderas contra su boca. Estoy tan excitada que necesito correrme otra vez.
Lo tomó como una invitación, y todo sucedió rapidísimo. Se acercó a la cama, me succionó el pezón, me acarició el trasero con la mano, me rodeó la cintura con la pierna y me clavó la polla. Profundo. Mis ojos se pusieron en blanco mientras gritaba ante su bienvenida invasión.
—Oh, joder, sí—, gime.
Se sostiene por un momento y me permite adaptarme a su tamaño.
Y aleluya, tiene resistencia.
Nunca había estado piel con piel con nadie. Te sientes increíble. Tan mojada y tan apretada. Las venas de su cuello están tensas, como si se estuviera conteniendo.
Ambos dejamos escapar un gemido gigante mientras chispas vuelan entre







