Capítulo 65. Encuentro familiar
En Columbia
Brad:
—¡Diossss! ¡Brad, qué emoción! —Gritó Emma emocionada, levantándose de su silla y sentándose sobre mi regazo. Me llamó la atención que Charlie estaba muy serio.
—¡Es la mejor noticia que me has podido dar! Y, ¿dónde está? ¿Por qué no ha venido contigo? —Interrogó ella, abrazándome y besándome desesperada, sin considerar que Charlie estaba con nosotros.
—¡Ja, ja, ja! —sonreí feliz, abrazando y consintiendo a Emma, como si fuera una niña— Estaba en su país, durante todo este tiempo y aún no te he dicho lo mejor —añadí.
»¡¡¡SOY PAPÁ!!! —Grité muy emocionado— De unos bellos, preciosos y superdotados gemelos, idénticos a mí —agregué, haciendo un gesto con mi mano y mi dedo índice, señalándome.
—¡¿PAPÁ?! —Gritó ella incrédula, dejando que las lágrimas fluyeran de sus ojos, pero esta vez de emoción.
—¡Sí, Emma! ¡Sí, hermana! ¡Soy papá! —Repetí emocionado, al borde de las lágrimas—. De unos hermosos gemelos, con un alto coeficiente intelectual, y quienes tienen tres años y