Capítulo 75. Emboscada
En Columbia, cinco días después
Brad:
Estando en mi habitación solo, porque Jenny había salido a recorrer la mansión con los niños, hice una llamada.
—¿Muerto, eres tú? —pregunté ansioso.
—¡Si jefe soy yo! ¡Diga! —respondió él intranquilo.
Esto, es algo inusual en él, de repente porque cree que esta será su última carta, para volver al mundo real y dejar esa cueva. Lugar, en donde ha enterrado su vida en los últimos diez años. Gracias a esto, está a punto de cumplir su sueño.
—¡Tifú será tu mano derecha! En los dos, está la confianza y la certeza de que todo saldrá bien. En una hora te reunirás con él, en el lugar donde siempre nos reunimos —afirmé.
»El representante de la Policía Internacional ya está sobre aviso y se verá contigo dos horas después. Yo te llamo y te aviso en qué lugar —comuniqué preocupado, porque será la primera vez que en una de mis operaciones no está Charlie supervisando.
—¡Jefe! ¡Pero, cuando me vea el funcionario, me reconocerá! —argumentó el Muerto.
—¡Él, ser