Capítulo 57. Enfrentamiento
En Veracruz
Brad:
—¡Entonces! Espera que mañana hable con mi jefa, para que me conceda un permiso y podamos ir al registro —fue la respuesta de Jenny, que ignoré de plano.
—¿Tienes un acta del nacimiento de ellos? —interrogué con premura, aprovechando la información dada por María José.
—Sí —contestó Jenny— ¿Para qué? —cuestionó ella.
—¡Vamos de una vez, al registro civil! Y si necesito testigos para esto, deseo que tu Consuelo y tu María José lo sean, por favor. Yo no puedo esperar hasta mañana, son mis hijos y para ellos todo debe ser atendido con prisa —argumenté.
—¡Estoy de acuerdo contigo, Brad! —convino María José— Por mí no hay problema y aún estamos a tiempo, porque el registro cierra en una hora —respondió solidarizándose con su yerno.
En ese momento, los niños salieron corriendo de la habitación de su abuela, en un descuido de uno de sus tíos, quien los estaba cuidando.
—¡Papi! ¡Papi! —gritaban, pensando que este se iba sin ellos.
—¿Qué pasó? —Preguntó Brad, con una sonris