En Veracruz, Venezia

El Narrador:

Jenny totalmente asombrada y atemorizada de las acciones de Brad, por haber huido, llevando en su vientre a sus hijos, estuvo a punto de desmayarse. En todo caso, ella como pudo se sobrepuso a este fuerte impacto.

—¡Por favor, Jenny! ¡Escucha, mi amor! —rogó Brad, acercándose de nuevo a ella, desesperado y sobre todo temeroso, que ella quiera volver a huir.

—¡No tengo nada que escucharte, Brad! —Gruñó está disgustada— Tú dijiste e hiciste lo que creías, en su debido momento. Además, ya no me interesa nada de lo que quieras decirme —expresó ella, esquivando todo acercamiento de él.

Jenny, sentía que todos estaban a la expectativa de lo que ella dijera o hiciera. Asimismo, sintió como si estuviera diciendo tonterías delante del grupo, especialmente ante sus hijos, quienes la noche anterior, le solicitaron hablar sobre su padre.

—¡Mami, tú siempre dices que debemos escuchar a los demás! —Afirmó el pequeño Brad, quien era más elocuente que su gemelo y ace