-Señorita tome asiento – corre la silla Emiliano Zamora, suspiro de nervios, hago un asentimiento con la cabeza a modo de respuesta, me siento en el lugar que el mismo dispuso para mí, a su lado derecho, trato de contener el nudo que tengo en la boca de estoma, llegar a este lugar me llevo al menos cuarenta minutos en el tráfico que a esta hora es muy pesado, veo el servicio sobre la mesa y lo que tengo es ganas de vomitar con el olor a comida llevo al menos dos horas de haber comido.

Encontrar el restaurante para comer con los del equipo de la empresa fue relativamente sencillo, nos dirigimos al más cercano, todos moríamos de hambre necesitábamos comer, en la comida nos la pasamos bien, la conversación fluyo maravillosamente todos nos sentimos cómodos.

Muchos tenían dudas sobre lo que sucedió con el contrato, les explique lo sucedió no se podían creer que no estuviera bien redact