NICK. Me despierto sobresaltado y miro alrededor, la oscuridad me da la bienvenida y enciendo la lámpara para poder ver mejor, saco mi celular y noto que son las 7:30 pm, de inmediato me pongo de pie y salgo de mi oficina, a fiera no hay casi nadie y donde Elizabeth estaba, ahora está vacío. No puede ser Se escapó. Un compañero pasa a mi lado y le pregunto por Elizabeth y menciona no haberla visto por varias horas, maldigo y le agradezco. No pudo haber escapado. No. Agarro mi chaqueta y salgo del recinto, camino al parqueadero pensando en los lugares donde pueda estar, y lo primero que se me ocurre buscar es en el hospital, así que poniéndome la chaqueta y hecho una furia camino con más rapidez y mi sorpresa es grande cuando veo a Elizabeth apoyada en el carro esperándome. ¿QUÉ? La miro y noto que su cabello está suelto y eso me hace pensar que intenta ocultar algo, además está con el rostro hacia otro lado. —¿Dónde estabas? — pregunto —Wow, ahora si me tut
DÍAS DESPUÉS. NICK. Terminó mi trabajo en la comisaría por hoy, así que conduzco al hospital donde está la hermana de Elizabeth, entro al lugar con ella y noto como saluda a todos, siempre con una sonrisa y con educación. Cuando entramos al elevador me es imposible no pensar en la vez que nos vimos por primera vez y ella me demostró que no es tímida, miró que hoy lleva unos jeans negros y una blusa básica blanca, también su cabello está recogido en una coleta alta y noto que casi no se ha maquillado hoy. Elizabeth es una chica hermosa, sus facciones son preciosas y más esa mirada coqueta y a la vez audaz que tiene te atrapa por completo, aún no se como el tal Diablo pudo engañarla con la mejor amiga que también tengo entendido está en la banda. —¿Por qué siempre estas mirándome? — cuestiona poniendo esos ojos oscuros en mi dirección y sonriendo de medio lado —No se de lo que hablas — le digo y solo la escucho reir —Tu tambien eres de buen ver — la mira y me guiña un ojo y es
UN MES DESPUES. LIZ.Rio ante lo que Nick me dice y me dejo caer al sofá, me siento completamente satisfecha luego de la deliciosa cena que acabamos de disfrutar, miro a Nick y él está en la cocina sirviendo una copa de vino. En este mes que ha pasado no he vuelto a saber de la banda, pero lo que si sé es que están planeando un ataque, como entré al teléfono de Diablo, puedo saber todo lo que hace, hay cosas buenas y malas. Sigue con mi mejor amiga, bueno, la que creía que era mi amiga. Ahora ella es la líder junto con él y hasta he visto que van a casarse. El anillo que él me dió lo tengo guardado, pensé en botarlo, pero me di cuenta que cuesta demasiado y algún momento puedo necesitarlo. Diablo y su traición con ella me dolió mucho, lloré varios días y aunque Nick fingía que no veía nada, sé que lo hacía. Este tiempo hemos practicado mucho el boxeo, también les he ayudado a atrapar a muchos criminales y la verdad es que ambos tenemos una relación de amistad ahora. Es por esa r
— ¿Y tu hermana? — esa pregunta me toma por sorpresa—No tengo ninguna hermana — respondo mirándolo seria, él sonríe— Pues no es lo que dice, nuestra base de datos—tira una carpeta frente a mí, la miro y luego a él —Ábrela —ordena, lo hagoNo puede ser. En la hoja aparece una foto de mi Yaela, también una hoja llena de información de ella y para mi sorpresa también hay una foto—Yaela Ramírez —menciona —Tiene seis años de edad, y hace tres años le detectaron una grave enfermedad ... —— Cáncer de pulmón — completo por el— ¿No que no tenías hermana? — levanto la mirada y su sonrisa me confirma mi metida de pata—A ella, no la tocas — siseo furiosa, él resopla con autosuficiencia—Tenemos el poder, y si tu no cooperas, podemos hacer que tu hermana... ——No —digo de inmediato, porque se a lo que se refiereÉl sonríe con triunfo, mostrando que me tiene donde quería, festejando que no tengo escapatoria, que estoy entre la espada y la pared, que a pesar de que luche, huya, pelee... Ellos
ELIZABETH. Tomo una copa de la charola que el mesero pasa por mi lado, la bebo y degusto el delicioso sabor burbujeante de esta maravillosa bebida, converso con varias personas hasta que me pongo en su campo de visión.Mientras entablo una plática interesante con una rubia de mí misma edad, noto como no deja de mirarme, así que pongo el cabello detrás de mi cuello para atraerlo más, sigo conversando con la chica que me informa que en este lugar hay tres millones de dólares, guardados en la habitación, donde se cuentan para luego llevarlos a la bodega, le hago saber que eso es impresionante y él llega a mí.—Hola —saluda a ambas y la rubia, sonríe para después retirar con una despedida dirigida a mí, a la cual correspondo con gusto—Hola — le digo una vez estamos solos—¿Eres nueva por aquí? —indaga recorriendo con sus ojos mi escote—No, vine la otra vez que subastaron el yate — sus cejas se levantan en sorpresa— ¿Cómo así no te vi? — cuestiona —Jamás perdería ese rostro de mi vista
NICOLAS SMITH Llego al recinto hecha una furia, voy directo a mi oficina, sin hablarle a nadie, los ignoro a propósito, ya que saben que cuando estoy que reviento, lo mejor es no molestarme.No puede ser. Me encierro en mi espacio y tiro a la pared el vaso de café que compré, mi respiración agitada hace que mis hombros suban y bajen de vez en cuando, siento como la adrenalina corre por mi cuerpo y es ahí cuando exploto.Tiro los papeles de la mesa, tiro la silla, pateo el bote de basura, vuelco el escritorio, el archivador, como es muy pesado, saco cajón por cajón y los estrello en la pared haciendo un gran caos. No me interesa si me escuchan mis compañeros de trabajo, lo que deseo es destrozar todo, hoy debía ser el día que los atraparía, pero no.Se escaparon. Se escaparon. Por años he buscado a “La banda” una de las organizaciones más delictiva y peligrosa del país, se especializa en robo, y siempre que los tengo en la mira, se me escapan, dejándome como al inicio. Debo atrapar
ELIZABETHEntramos al lugar que es tan reconocido para mí, saludo a todos ya que me conocen y sigo mi camino hasta llegar a recepción.—Liz, hola — me saluda Scarleth, la recepcionista y mira al Diablo con interés—Hola Scar —su mirada enojada me hace reír—Deja de llamarme como el tío de Simbad —suelto una carcajada y ambos me imita—¿Y cómo te va con tu galán? —indago una vez nos hemos calmado—Pues ya no tengo galán —dice en tono triste, eso me sorprende y ella ve la duda en rostro —Me salió con que no quería que trabajara, que una mujer debe estar en casa y ocuparse del esposo y los hijos —para cuando ella deja de hablar mi cara debe reflejar rabia y odio ante lo que me contó—Es un idiota — habla el Diablo — Las mujeres tienen derecho a trabajar, a ganar su propio sueldo, a sentirse organizadas igual que nosotros, a ser independientes y no se la esclava de un hombre machista e imbécil — beso al Diablo y el me abraza—Ay, ojalá ese idiota hubiera pensado así —hace un puchero— Dia
ELIZABETH.Yaela llora en mis brazos y yo me siento la peor, por lo cual yo también lloro, Diablo llega detrás mío y toca mi hombro, lo miro.—Déjame abrazarla, ya te alcanzo — mi cuerpo tiembla porque estoy reteniendo el llanto fuerte que lucha, golpea y batalla por salir de mi —Por favor, ve y desahógate mi amor — asiento y beso la cabeza de Ela para levantarme e ir al baño Una vez adentro, bajo la tapa del inodoro y me siento sobre ella y llevo mi mano la boca para que no se escuchen mis gemidos de dolor. Las lágrimas salen sin parar, y mi cuerpo se sacude con las lágrimas, me siento impotente de no poder darle lo que ella quiere y me siento muy mal, tan mal que desearía morir, o tener otra vida donde ella no esté enferma, donde esté sana y pudiéramos ir a todos lados, pero no puedo.El tiempo que paso ahí es bastante, tanto que ya no me salen lágrimas, mis ojos están hinchados y casi no puedo ver, tengo el rostro con lágrimas secas en él y me duele la cabeza de tanto llorar. Moj