Camila:
Despierto con el cuerpo adolorido, y un pequeño dolor punzante en la entrepierna. Gruño ante la sensación incómoda que me produce.
Recuerdos de la noche anterior golpean mi mente y percibo el calor instalarse en mis mejillas. Me he entregado a Chase.
Él ha sido mi primera vez en todo.
Ese hombre es el ladrón de mis tesoros más preciados, se lo ha llevado todo sin compasión, pero, no me interesa reclamar nada de regreso, porque sé que podrá atesorarlo tanto como lo hice yo cuando eran míos.
Caigo en cuenta de que él ya no está a mi lado y eso me entristece. La esperanza de que estuviera aquí cuando despertará se ha esfumado.
Me incorporo en la cama, cubriendo mi cuerpo con la sabana. Me levanto lentamente, con la incomodidad creciente en mi zona íntima.
Camino un poco, con las piernas temblorosas.
Si él estuviera aquí, se estaría burlando de mí.
Llego a mi armario y tomo una bata de seda blanca, que usualmente utilizo para dormir. Me visto y salgo de mi habitación, a paso lento,