-Amara, puedo pasar…
Ambas se vieron a los ojos y Serena se apresuró a abrir la puerta-si no me necesita me retiro- dijo la muchacha
-No… no es necesario- dijo ella, intentando detener a Serena
-Serena déjanos solos- ordeno él, mientras Amara se cruzaba de brazos bufando enojada
-Estas molesta? - pregunto el, aunque sabía que sí, quería escucharla decirlo
-Me puedes explicar desde cuando soy tu prometida?
-Eso te molesto? Pensé que era otra cosa la que te molestaba… Creí que estaba claro que yo quiero casarme contigo- dijo acercándose a ella de manera seductora-
Ella retrocedió, pero sus piernas toparon con el borde de la cama
- Nunca me lo pediste- respondió ella, estaban tan cerca, ella podía sentir el calor de su pecho, mientras su corazón se había acelerado tanto, que temía que el pudiera escucharlo
-Yo quiero todo contigo, mi amazona- la tomo por la cintura y la beso, cada vez que sus labios se unían, el re