C93-¿PUEDO CARGARLO?
Los llantos de sus hijos lo atravesaban como dagas dulces e insoportables. Gideon ya no podía quedarse quieto. Con una fuerza que ningún humano hubiera podido detener, empujó la puerta y entró, chocando con Lia en el pasillo.
La enfermera lo miró de arriba abajo, fría, alzando una ceja.
—Señor…
—Draven —gruñó él, sus ojos brillando con tonos dorados—. Gideon Draven.
Lia hizo una mueca, cruzándose de brazos.
—Bien, señor Gideon Draven, quiero decirle que…
—¿Ya puedo entrar a ver a mis hijos? —la voz de Draxel interrumpió desde atrás.
Gideon reaccionó al instante, girándose como una bestia lista para atacar.
—¿Tus hijos? —escupió—. ¿De qué mierda hablas?
Lia abrió los ojos, sorprendida, mirando de uno a otro.
—Espera… ¿tú… de verdad eres el padre?
—Sí —respondió Gideon con un tono que no admitía discusión—. Así que tengo más derecho que este imbécil.
Lia suspiró, rendida, y alzó una mano como dando paso.
—Bien. Si es así… puedes pasar.
La cara de Draxel se descompus