C33-DEVORARLOS VIVOS.
C33-DEVORARLOS VIVOS.
Gideon avanzaba a toda velocidad, el viento le golpeaba el rostro, y sus patas se hundían en la tierra húmeda y blanda, dejando marcas profundas a su paso. No pensaba en el cansancio, no pensaba en nada más que en salvar a Melinda. Porque rescatarla no era solo un deber, era la única forma de borrar de los ojos de Elizabeth ese miedo que lo había atravesado como una daga.
No voy a dejar que sufra... no voy a permitirlo.
La imagen de su loba, con las manos temblando y la voz quebrada, lo empujaba a correr más rápido.
...
Abajo, en el pozo, Melinda estaba acurrucada contra la pared de piedra, el frío calándole hasta los huesos y la oscuridad era tan densa que no podía ver sus propias manos. El dolor en su brazo, probablemente roto, le arrancaba jadeos cortos. Tenía la garganta cerrada por el llanto y el corazón golpeándole el pecho como si quisiera escapar.
—Elizabeth... —susurró, como si al decirlo pudiera traerla, como si su hermana pudiera escucharla.
Entonces u